La fila de los mancos

El mundo del séptimo arte: noticias, anécdotas, biografías (actores, directores,...),..., y, cómo no, los últimos estrenos cinematográficos.


Google




viernes, julio 25, 2008

Expediente X: Creer es la clave

Seis años después del fin de la serie televisiva llega a la pantalla grande el segundo largometraje de Expediente X, un trabajo mucho más calmado en comparación con las tribulaciones que los agentes Mulder y Scully sufrieron en el primer filme. No obstante este nuevo capítulo tiene poco de paranormal, salvo por un sacerdote que tiene visiones, y se apega a la realidad pura y dura con un caso de desaparición de jóvenes más en consonancia con productos tipo CSI. Varias mujeres desaparecen en una población rural de Virginia. El sacerdote a partir de sus "visiones" mandará a la policía a un lugar concreto, donde encontrarán una serie de fosas con cuerpos humanos congelados que parece ser un experimento médico secreto y que puede tener relación con las mujeres desaparecidas... Para resolver el caso, el FBI recluta de nuevo a Fox Mulder, ya retirado y centrado en recopilar casos extraños que va recortando de las páginas de los diarios; y a Scully, que con el paso del tiempo se ha centrado más en su labor como médica en un hospital.

Toda la película es una forzada resurrección de una historia de la que ya se sacó todo el jugo posible. Hasta la aparición de su antiguo jefe, Skinner, resulta un golpe de efecto totalmente innecesario. De esta forma tenemos ante nosotros un producto realizado con corrección pero nada más allá de un telefilme, un episodio alargado con muy pocos alicientes, la verdad, y que no se encuentra entre las mejores historias que han dado de sí sus fructíferas nueve temporadas en TV (al menos las siete primeras hasta que David Duchovny decidió marcharse). Dirigida por el propio creador de la serie, Chris Carter, una nueva adaptación cinematográfica que se puede ver de forma independiente, sin necesidad de estar familiarizado con la popular serie televisiva pero una película mucho más recomendada para fans, que aún con todo se sentirán decepcionados con el resultado final, una suerte de caso sin ninguna sorpresa reseñable, pero eso sí, con los típicos enfrentamientos entre la lógica, encarnada en Scully, y la creencia ciega de Mulder pero donde éste pierde su condición crédula en pos de una testarudez inasumible, y donde Scully no acaba comprendiendo nada y, como jamás antes había sucedido, intenta justificar un racionalismo que es, en este caso, adecuado, ya que no hay nada en lo que creer. Carter pretende que el espectador crea a pies juntillas lo que le propone en la cinta, es decir, que el padre Joe tiene dotes adivinatorias, pero no pone al alcance del espectador argumentos convincentes ni reseñables: todo debe basarse en la fe. Eso sí, Expediente X sigue contando con una espléndida fotografía y una primorosa banda sonora.