La fila de los mancos

El mundo del séptimo arte: noticias, anécdotas, biografías (actores, directores,...),..., y, cómo no, los últimos estrenos cinematográficos.


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viernes, febrero 01, 2008

John Rambo

El primer Rambo fue 'First Blood' (Acorralado), dirigida por Ted Kotcheff. El segundo fue el que realmente arrasó en las taquillas creando el mito del personaje. Firmada en el año 1985 por George Pan Cosmatos tuvo la virtud de convulsionar las pantallas del mundo entero y colocar al borde de un ataque de nervios a los más conspicuos representantes de la crítica convencional y progre. La tercera entrega la firmó Peter McDonald: carecía de la garra rompedora y provocativa de las anteriores pero era un cómic lleno de acción vertiginosa. Y ahora vuelve John Rambo, el héroe políticamente incorrecto de Vietnam y Afganistán, uno de los iconos más populares de la década de los ochenta.
El éxito de Sylvester Stallone atragantó a muchos que desde las vetustas posiciones del más rancio estilo progre trataron de demonizar al actor y al personaje. Para algunos la cosa está clara: si un director presenta una confusa historia de amores ocultos, incestos y sexo explícito se trata de "un innovador"; si otro aburre al espectador con larguísimos planos (secuencias en las que no sucede absolutamente nada), se tratará de "un cineasta independiente"; si el otrora buen director Brian de Palma presenta la vomitiva 'Redacted'… es un "experimento". Pero Rambo, como Rocky o Braddock (Chuck Norris -'Desaparecido en combate'-), les ponen nerviositos. De hecho, uno de los grandes placeres de la saga Rambo es saber que se está ayudando a cortar la digestión de muchos progres de salón, los mismos que no se explican el rotundo y dramático fracaso de todas las películas que sobre la guerra de Irak se han estrenado en las últimas temporadas, todas ellas por cierto en contra de la política de la Administración norteamericana.
'John Rambo. Regreso al infierno' es una obra escrita y dirigida por Sylvester Stallone, cine de autor en estado puro; y ofrece una interesante reflexión sobre la soledad del héroe, su rabiosa independencia, y su fidelidad a los valores más íntimos, más profundos, más difíciles. Similares –desde luego– a aquellos que proclamara John Wayne en una de las más hermosas escenas de El Alamo (The Alamo, 1960): "El valor, la honradez y el amor".

John Rambo, el antiguo boina verde y combatiente de élite, vive una solitaria y apacible existencia en la jungla del norte de Tailandia, pescando y cazando cobras para luego venderlas. Todo cambia cuando un grupo de misioneros católicos necesita que les guíe hasta la frontera con Birmania para suministrar medicinas y alimentos a unos refugiados asediados y acosados por el ejército birmano. Al principio se niega... pero finalmente su corazón le dicta que debe regresar al infierno.
Junto a Stallone completan el reparto Julie Benz, Paul Schulze, Matthew Marsden y Graham McTavish. No son nombres conocidos, pero no importa porque el carisma de Sylvester Stallone es más que suficiente para sostener una historia que combina en dosis adecuadas acción, sentimiento y sacrificio. Su creador logra identificarnos con el personaje, transmitir su soledad en un mundo que nunca le ha comprendido pero cuyos seres más débiles aún le necesitan. Los años no han pasado en balde, pero el héroe, aunque tenga los músculos más agarrotados, aún es capaz de cumplir con su misión.