La fila de los mancos

El mundo del séptimo arte: noticias, anécdotas, biografías (actores, directores,...),..., y, cómo no, los últimos estrenos cinematográficos.


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viernes, febrero 08, 2008

30 días de oscuridad

'Hard Candy' fue la sorprendente y extraordinaria carta de presentación a nivel mundial del director David Slade. En ella, una caperucita roja interpretada por Elle Page -nominada este año al Oscar por su papel en 'Juno'-, se vengaba cruelmente de su inevitable destino. Parece que a Slade todavía le quedaron ganas de aterrorizar al personal pues con éste, su siguiente proyecto, se ha decidido a llevar a la pantalla grande un cómic sobre vampiros que asolan una ciudad de Alaska en la que el invierno trae nada menos que 30 días seguidos de oscuridad. Para tal cometido recluta a una estrella con posibles, Josh Harnett, como policía que ha de enfrentarse a ese ataque de vampiros que van mucho más allá de los habituales chupasangres, y a la de los problemas con su mujer, aquí la chica guapa interpretada por Melissa George.

La cinta contiene un comienzo absorbente con los protagonistas en la nieve o ese loco observando el atardecer del último día con luz. Pero poco a poco va mostrando sus poco afortunadas cartas: unos diálogos pobrísimos que llegan a resultar tremendamente ridículos en boca de unos vampiros que, en algunos casos, se muestran como remedos de Marilyn Manson y cuyos actos sobreabundan en un efectismo que llega a resultar bochornoso. De la misma forma, no se cuida el paso de tiempo y se plasman de manera muy descuidada esos treinta días de reclusión en un desván; así como tampoco se presta atención en desarrollar esos detalles que en distintos momentos se van sugiriendo acerca del conflicto amoroso de los protagonistas. Por todo ello, '30 días de oscuridad' es una cinta muy irregular basada en unos cuantos golpes de efecto y con interpretaciones correctas. Poco más. Una historia con mecánicos vampiros dedicados a teñir de rojo sanguinario el blanco lienzo del territorio nevado, solo que con muy poco arte. Una lástima porque el tema vampiresco, bien aprovechado, siempre resulta muy interesante, aunque esté tremendamente explotado.