Spider-Man 3

Tras dirigir las dos anteriores entregas, Sam Raimi, vuelve a firmar la nueva película de la saga del hombre araña, Spider-Man 3, con los protagonistas de siempre, Tobey Maguire y Kirsten Dunst, junto a James Franco, el amigo de Peter Parker en el primer filme de la franquicia.

En esta ocasión, Spider-Man se enfrenta a dos de sus míticos enemigos, Venom y Hombre de Arena; pero el verdadero peligro, la auténtica lucha que tendrá que librar Peter Parker se produce cuando, tras ver cómo su traje de super héroe se recubre de una extraña sustancia negra, sus poderes aumentan, pero su carácter da un vuelco hasta sacar a la luz su lado más oscuro.

Optar por el espectáculo de manera completamente descarada es sin duda el mayor acierto de esta tercera entrega, consagración de la saga como espectáculo, tan vacío e inocuo como majestuoso.

Arrasará en taquilla y encantará a los fans del súper héroe, ansiosos por devorar secuencias de acción, efectos especiales a mansalva y tener el privilegio de disfrutar de la presencia de nada menos que tres villanos para eliminar. La película ofrece, no obstante, diferentes niveles de lectura que podrán satisfacer las pretensiones de aquellos que sólo intenten pasar un buen rato pero también alimentará la imaginación de aquellos otros que busquen interpretaciones más complejas y ambiciosas. Aunque el final de la cinta es demasiado largo, deslucido y hasta aburrido.

Conclusión: más de lo mismo, pero mejor filmado. Un pasarratos de primera línea que cuenta con la presencia de un Tobey MaGuire en plena forma -quizá un tanto caricaturesco- pero que hará las delicias de los incondicionales por ser infinitamente más generosa y espectacular que sus predecesoras en las secuencias de acción.