La fila de los mancos

El mundo del séptimo arte: noticias, anécdotas, biografías (actores, directores,...),..., y, cómo no, los últimos estrenos cinematográficos.


Google




jueves, noviembre 19, 2009

Luna Nueva y el porqué del éxito de Crepúsculo

Luna Nueva narra un momento oscuro en la vida de su protagonista. Bella Swan se enfrenta a una depresión tras la marcha de su novio Edward Cullen, que la deja para evitar poner en peligro su vida. La situación la acerca a su amigo Jacob Black, quien empieza un proceso de metamorfosis que lo transforma en hombre lobo.
La cinta sienta las bases del triángulo amoroso de la novela y explora el desamor desde tres puntos de vista distintos. Por primera vez un hombre participa en la saga -ideada por la mormona Meyer y adaptada al cine para su primera entrega, 'Crepúsculo', por Melissa Rosenberg-. Chris Weitz ('American Pie') ya tiene experiencia en esto de las franquicias -dirigió 'La brújula dorada'-. Tal vez por eso ha conseguido rebajar el aura de telefilme hortera de la primera película y crear uno lleno de efectos especiales y pensado por y para el regocijo de los fans.
El último boom de chupasangres ocurrió en 1987 con el estreno de 'The lost boys', de Joel Schumaher. Una cinta que inició la tendencia de "humanizar" a los vampiros. El fenómeno de la saga de Meyer ha coincidido con un revival del mundo vampiro con varias series de televisión. Como 'True Blood', producción de HBO basada en la saga de novelas 'The Southern Vampire Mysteries', de Charlaine Harris y 'Vampire Diaries', basada en la saga de libros del mismo nombre. Los ingredientes se repiten en todas: chicos sexy con colmillos e historias tan románticas como fantásticas.
La saga literaria creada por Stephenie Meyer sigue batiendo récords. Y su triángulo amoroso entre un vampiro redimido, una joven impopular y su mejor amigo hombre lobo sigue levantando pasiones entre los adolescentes de todo el mundo.
La secuela cinematográfica de Crepúsculo se ha convertido en la película que más entradas ha despachado en la historia de la venta anticipada. Según Fandango -el principal portal de venta de entradas en Estados Unidos-, Luna Nueva supera así el récord que ostentaba el Episodio III de Star Wars, La venganza de los Sith (2005). El tercer lugar es para Harry Potter y el misterio del príncipe, el cuarto para El caballero oscuro y el quinto para la primera entrega de la saga Crepúsculo.
Estas son las claves que han hecho que los jóvenes lectores se olviden de Harry Potter -el mago creado por J.K. Rowling- y practiquen una religión más oscura con una saga de vampiros:
Un cásting acertado. Los rostros del trío protagonista -Pattinson, Stewart y Lautner-, decoran las carpetas en los institutos y llenan portadas como en su momento lo hiceron Patrick Swayze o Tom Cruise. El truco está en que el cast masculino de la saga contenta a adolescentes con gustos muy distintos. Las que los prefieren pálidos, misteriosos y con maneras de caballero medieval suspiran por Edward (Pattinson). Las que gustan de los chicos musculosos, bronceados y extrovertidos se quedan con Jacob (Lautner). Y todas desearían tener a los dos peleándose por conquistarlas.
Triángulo amoroso. Una vez arreglados los prototipos de chico ideal, Meyer ahonda en la eficaz fórmula del triángulo amoroso. Algo que le pone emoción a una historia de amor ya complicada de por sí. Sirva de ejemplo que cada vez que Edward besa a Bella su instinto le invita a dejarla sin una sola gota de sangre. También está muy presente la historia de Romeo y Julieta y los amantes de dos mundos tan diferentes que no cuentan con el beneplácito de su entorno.
Banda sonora. Stephenie Meyer deja patentes sus gustos musicales citando a muchos de sus grupos preferidos en las novelas. Bandas emo seguidas también por muchos adolescentes: Muse, Paramore, The Black Ghosts, Linkin Park, MuteMath, Collective Soul, Blue Foundation, Iron & Wine y Carter Burwell.
Una estética oscura. La protagonista de la historia, Bella Swan, es una joven de diecisiete años que se muda a Forks, un pueblo lluvioso en que casi nunca sale el sol. Le encanta la ropa oscura, prefiere quedarse en casa leyendo a Shakespeare a salir de compras, odia el maquillaje y las películas románticas y para sus citas elige los filmes de zombis. Una filosofía anti barbie muy acorde con los nuevos tiempos.
Familia desestructurada. La de Bella responde a un modelo familiar cada vez más habitual y hace que los hijos de padres separados se identifiquen con ella. Después de que su madre se case en segundas nupcias con un jugador de béisbol que viaja constantemente, Bella decide vivir con su progenitor. El fracaso del matrimonio de sus padres hace que tenga cierta reticencia a creer en el amor y a la vez que sueñe con una relación romántica.
Al calor de Internet. Otra de las claves es el uso que hacen de internet los seguidores de la saga. Son los propios fans los que consiguen atraer a nuevos adictos con su actividad en los foros. La saga, como lo hizo Harry Potter en su momento, también ha desatado el movimiento fan fiction - los lectores escriben sus propias versiones de la historia-. Hay cientos de páginas -como Twilight Archives o Twilighted- dedicadas a reescribir la vida de Bella y Edward. Pasajes en los que abunda el contenido sexual que falta en la novela -los protagonistas defienden la virginidad hasta el matrimonio-.
Los secretos de rodaje. A la eficacia de la historia de Stephenie Meyer hay que sumarle la fuerza de la imagen. Los actores se han convertido en ídolos de adolescentes que tratan de humanizar a sus héroes literarios a través de ellos. Así, el morbo por la supuesta relación sentimental entre Pattinson y Stewart agranda el fenómeno. Y les hace creer que todo es posible.